Madre

Qué es una mamá? Una mamá es una persona que renuncia a todos sus sueños por crear y criar a otra persona. No es una mujer, no: porque a partir del momento en que es mamá deja de tener un sexo, se convierte en otra cosa, está nueva cosa a la, que se dice, todas las mujeres deben aspirar a ser. Parece una asención, pareciera, porque a partir del momento en que es mamá aquellos seres que se desprenden de ella siempre estarán vinculados a su carne, aún si ella los desprecia, aún si ellos no la quieren: a partir del nacimiento a ella pertenecemos, es el lugar del que provenimos… O eso se dice.

Mamá no es sinónimo sólo de cuidados y amor incondicional, es también sinónimo de sufrimiento: la abnegación de una madre, la devoción, ¿no estoy yo aquí que soy tu madre? Vuelve de nuevo el sentido de asención.

Y qué soy entonces si no soy madre?¿ un ser incompleto, inmerecedor, cautivo, virgen, intocable? No. Soy un ser vivo, que ve, siente, duele, habla, tiene sexo, mira su cuerpo, piensa, reacciona, analiza, protesta… crea ideas, cuadros, pinturas, canciones, poemas, cuentos, fórmulas, estudios, libros, críticas, esculturas, historia… Soy.

Y mi madre, fue, y mi madre es y mi madre será: Su sentido no es el de ser madre, su sentido no es ni siquiera el ser mujer, su sentido es que nació humana, cómo yo, como mi hermano. Haberme ayudado a ser la convierte sí, en creadora, pero soy sólo una más de las cosas que ella ha hecho y hará.

Ella ha construido mentes, y ha derrumbado ideas, ha peleado y en ocasiones ha sido derrotada, pero se ha levantado y ha creado caminos entonces. No, Marisela, no es madre, su sentido no es ese.

Mi sentido de cuidar y amar a mis seres cercanos tampoco me convierte en “madre sin hijos”, yo no soy un huacal dónde contener frutos, yo no soy una mamá en potencia, yo no soy la obligada a criarte y consentir tus vicios, yo no soy la que hará prevalecer la idea de que el crear a un ser humano es la máxima experiencia. Es una experiencia pero no la única y menos la máxima ( eso lo decido yo)

Marisela ha creado más que a una hija y un hijo, Marisela ha creado maneras. Marisela marca cabezas. Marisela ha recuperado su nombre y en su ejemplo, yo jamás perderé el mío.

Marisela no es madre, Marisela es artista. Marisela no es madre, es persona. Marisela no es mujer ( “futura madre”), Marisela es humana. Marisela no es una santa: Marisela la ha cagado muchas veces. Marisela se levanta. Marisela es Marisela.

Y señora, le agradezco lo que me ha dado porque no tenía ninguna obligación de hacerlo: lo dio porque usted quiso darlo y de diversas maneras, tan diversas que me ha hecho aprender. Le agradezco su amor, porque por este yo doy también y no porque soy mujer, sino porque me nace de los ovarios como a usted le nació.

Disculpara que le pasé al costo este escrito el día de hoy, pero estoy en protesta. El día que yo cree un hijo o hija espero jamás me feliciten por ser su madre. La felicidad ya la he tenido y la seguiré teniendo, ellos no serán mi mundo, ellos no serán mi razón de ser. Mi mundo ya está hecho con ellos o sin ellos, ellos serán una más de las cosas que haré, pero no mi ser y es lo que hoy le requiero reconocer: su persona.

Usted, señora, es. Que nadie le haga volver a creer que debe vivir por y para nosotros, que nadie le haga creer que usted no vale si sus hijos no están. La amo y el amor que me da será siempre correspondido, pero que nadie le haga creer nunca más que eso viene por ser madre: nos amamos porque se nos da la gana y como humanas nos sale natural.

Festejemos este día como pretexto, festejemos porque el sistema le dará un bono en dinero como regalo ( y pues los regalos son siempre bien recibidos), festejemos porque es un buen pretexto para tomar vino y seguir conversando de aquello que conversabamos ayer y dejemos la conversación trunca para mañana: hoy es un día más en el que usted es, y como se es, vivir es lo que toca.

Reflexión del día de la madre, 2014, al pensar en “Los cautiverios de las mujeres” de Marcela Lagarde y de los Ríos